La casa tenía
un amplio ventanal por donde entraba el sol en las mañanas abrigando la fría habitación, a su lado, sobre
una mesa, una planta
exótica lucia sus flores color purpura
buscando la luz del día.
La
antigua cama de bronce de color dorado y en la mesa de noche un retrato color sepia, tan
viejo que apenas si se podía divisar que era una muchacha joven la que había permanecido en él desde siempre
En el resto de la casa solo habitaba el
silencio, un perfume a madreselvas llegaba dulcemente desde los jardines, no tenia voces ni alientos, solo sensaciones de los que alguna
vez ocuparon el lugar.
El viento mecía lentamente una hamaca, el
cielo estaba despejado,
solo tenían vida las plantas que sobrevivieron en el tiempo mágicamente y un ventanal
en el que a través de él, se veía el más allá de las cosas, comunicándose con todo ser viviente que alguna vez hubiera
existido en la casa perdida en el tiempo.
No veo mejor manera de describir el ensueño de la realidad como la creemos.
ResponderEliminarHay un suave perfume a violetas que envuelve el pasado y suave movimientos que nos hablan de un "siempre" aunque no podamos hacer nuestro ni siquiera un momento.
Me estremece tu texto.
gracias amigo por leer mi cuento, me alegra que te haya gustado.
ResponderEliminarME GUSTA,incluso,creo que da para una continuidad,palpo aún más de lo que se lee,muy bella la forma como describes la nada,lo que fue,lo que quedó...Felicidades...!!! Muy bonito tu estilo :)
ResponderEliminarHola Estela, me gusta tu narrativa, saludos
ResponderEliminarBello!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!
ResponderEliminarGracias Eva, me alegra que te haya gustado.
Eliminares como si esa casa estuviera esperando a alguien que ya se fue, pero que perdura en el tiempo vivo de esa morada, en sus recuerdos y quién sabe, en otra vida que no podemos percibir. tú haces, Estela que ese alguien siga vivo
ResponderEliminaren esa casa, abierta al tiempo cíclico de la naturaleza y a un espacio de consciencia sin fin. Feliz navidad, dulce Estela.
Asi es Antonio, imaginé una ventana al cielo que me permitiera ver a los que se fueron, fué un día en que pensaba en mi padre, y asi surgió La casa del tiempo, mas allá de toda dimensión.
Eliminarme ha gustado mucho, tienes una prosa suave y elegante. te conozco de la comunidad "algo para contar", y estoy deseando contribuir y compartir con algún escrito mío. si quieres devolverme la visita la dire de mi blog es http://alejandrovargassanchez.blogspot.com también escribo microrrelatos. saludos
ResponderEliminarCuánta nostalgia... Me encantó!!
ResponderEliminarSaludos!!
Gracias por leer mi casa del tiempo. Abrazos.
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