Hoy La fiesta de bienvenida parte seis
-Lo que tenemos que contarte no te gustara –dijo Larry
-Así es. Hay problemas en la isla-continuo diciendo Arnoldo
-Bien.. digan que está sucediendo.
-Un extranjero llego a la isla. Y sabes que, está
alimentando a los nativos.-Continuo Arnoldo una vez mas
- Y eso desde cuándo-
pregunto Elmo
-No hace mucho. Nosotros prohibimos la venta de productos.
-Bien. Hicieron bien
-Ahora un barco les provee mercadería- dijo Larry y con esto
lo saco a Elmo
-Maldita sea. Eso no puede estar pasando¡! Quién es ese
condenado. ¡Dé donde saca tantol dinero.
-Vamos a prohibir el ingreso del barco-dijo Larry
-No de ninguna manera. – dijo Elmo, como siempre tan
calculador, midiendo cada paso que da - Eso podría traernos problema con los
turistas. Antes de hacer cualquier cosa, tu Arnoldo averigua quien es ese
condenado. Y tu Larry no le pierdas pisada. Observa, qué relación tiene con los
nativos, síguelo.
_Así se hará dijo Larry
Los dos hombres salieron de la oficina. Elmo por primera vez
en tantos años, sintió que las cosas se
le estaban escapando de las manos.
Ahora Elmo tenía que recuperar a Hilary. Estaban
distanciados y tenía una escusa para acercarse a ella. La llevaría a la Isla.
Se festejaban veinte años de la inauguración. Pero justo
ahora, tenía que pasar aquello..La presencia de aquel extranjero lo tenía
nervioso, le quitaba el sueño. Con Hilary en la isla las cosas se complicarían
Tenía que llevar a su mujer y por lo menos hacerle creer que
las cosas no eran para tanto como ella creía. Tarea nada fácil , ella era muy astuta y para nada ambiciosa. Sí el
hubiera sido un hombre pobre lo mismo lo hubiera amado. Y esto a el lo hacía
sentirse inseguro ante ella, ya que realmente la amaba y si la perdiera su
vida no tendría sentido. Aunque
parezca increible era su debilidad.
…………………………..
Hilary estaba
sentada en una mecedora de mimbre. Sus
dedos se enruedan en los pelos blancos y lanudos de su gato
blanco que se encuentra en su falda. Ya no piensa. Ya está todo dicho.
Elmo la interrumpe con
un –Tenemos que hablar.- Como si ella quisiera hacerlo de todas maneras
para que discutir, que dijera lo que tenía que decir.
-Las cosas no son como parecen. Mira déjame demostrarte que
no es así.
_¡Así como! Quieres decir que no eres dueños de un Imperio,
que sigues siendo un empleado de una gran empresa, al que le han asignado la
gerencia de todos los Hoteles.
-Las cosas se dieron así. Ser el dueño de un imperio no está
mal.
-¡Lo que está mal es la mentira!.¡ Eso está mal!. O hay algo
que yo no sepa?
-Se cumplen 20 años
de la inauguración del complejo,acompañame Hilary.
-¡Te hice una pregunta!
-Si vienes a la isla veras que las cosas son transparentes.
-¡Sabes! Yo no se qué pensar. Porque ocultarme que tu eras
el dueño de un imperio? ¡A mi que soy tu esposa!. Elmo, me puedes entender
-Es que tu nunca fuiste ambiciosa…eras…
-¡No!. Sabes que Elmo, no sigas hablando. Mejor cállate. Voy
a decirles a las niñas que se preparen para el viaje.
-¡Gracias Hilary!, Veras que no te vas a arrepentir.
-¡Mejor no digas nada! , no sea cosa que me arrepienta y no
vaya.
………………………………………………………………………….
-
-
Los organizadores planearon todo, de manera que Elmo, junto
a su esposa e hijas, como así también Larry y Arnoldo y sus respectivas
familias, llegaran en barco y así de esa manera se daba por iniciada la fiesta.
Al llegar a la isla, fuegos artificiale.musica y bailarines
le daban la bienvenida. Mucha gente en
el muelle esperando a Elmo, el alma de todo aquello.
Esa noche el magnate
hotelero llego a su isla poniéndole el sello de su desmedida ambición a todo lo
que tocaba.
Cuando atraco el barco
y todos estaban en plena fiesta,
algo sucedió. Un grupo de hombres ingreso violentamente. Uno de ellos pregunta
por Elmo. Frente a él Hilary lo mira sorprendida.
-¡Que está sucediendo! – desesperado Elmo , interrogaba a sus
amigos -¡Larry, Arnoldo me pueden explicar!
-¡!Domínguez prohibió
el ingreso del barco que traía provisiones para los nativos.-Dijo Arnoldo
-¡Les dije que no hicieran eso!.
-Fue idea de él. Ya estaba hecho.- seguía explicando Arnoldo
mientras que Larry permanecía mudo, impactado por lo que estaba viendo.
-¡Maldita sea!. Y averiguaron quien es el extranjero que
está detrás de todo esto?
-¡Es ese que esta frente a tu mujer! –culmino diciendo Larry
-¡Eh tu!. Maldita seas ¡Qué haces en mi barco!
-¡Y tu quien eres!- Gabo enfurecido
-¡Soy el dueño de este imperio! ¡Y te largas!
Hilary había quedado en medio de los dos cuando el puño de
Gabo se incrusto en la boca de su esposo.
Y en ese mismo instante la tierra tembló. Todos huyeron como
ratas.
Gabo miro a los ojos a Hilary.
Después corrió con su
gente.
En medio del caos Gabo alcanzo a Umi
-¡Que es lo que paso!
¿Tu sabes ago?
-Puede ser el volcán. Hace como cuarenta o cincuenta años
que sacudió la isla. Aquello forma parte
de nuestra historia. Se llevo todo, menos esta parte.
-¡No me digas que al maldito de Elmo le está por explotar el
volcán!. Dime que si Umi,dime que si.
-La gente Gabo y la Gente
-Por la gente no te preocupes. La sacaremos. Tenemos que
saber cuál es el lado que mas riesgo tiene. De todas maneras a Elmo se le
arruino el negocio.
……………………………
-¡Quiero que se queden aquí! –dijo Elmo a su esposa e hijas
al ingresar al hotel –Nada les va a pasar. Tengo algunas cosas que hacer.
-¡Papa tengo miedo!
–dijo Melanie la hija mayor de 16 años –¡ Quédate papa!
-Quédense con su madre , estarán bien.
Hilary que aun permanecía
Impresionada por los últimos acontecimientos , abrazo a sus
hijas. Mia la pequeña de diez años solo atinaba a decir –mama tengo miedo.
Hilary supo aquella noche que a su esposo lo había salvado
aquel temblor , sino vaya a saber que hubiera dicho aquel hombre. Pero
ya lo sabria,seguramente así seria.
Esa noche los turistas estaban nerviosos se querían ir.
Elmo ardía de rabia. Todo se le escaba de las mano.
-¡Que hacemos ahora!
La gente se quiere ir. – grito desesperado Elmo.
-¡Tendremos los barcos listos en una hora!–afirmo Larry
-Averigua primero que tan peligroso fue ese temblor. Tenemos
que permanecer aquí.¡ No podemos permitir que se vayan, sería nuestra ruina!.
-No creo que puedas convencerlos. –continuo diciendo Larry
-Donde esta Arnoldo?
-Averiguando que fue lo que paso. Encima ese extranjero…
-¡Lo que menos me importa es ese extranjero y sus nativos!.
Ahora no podemos permitir que los turistas se vayan.
-¡ Es un volcán!. Hace cincuenta años tuvo una erupción que
borro parte de la isla -dijo Arnoldo al ingresar a la oficina
-Tu no digas nada. A lo mejor sea eso y nada más.
-¡Tienes que salir a tranquilizar a la gente!
-Si eso hare Larry- afirmo cínicamente Elmo.
Entonces Elmo salió y dijo que todo estaba en calma, que
solo había sido un temblor, del cual no había registros en el lugar que
indicaran que fuera una zona de volcanes o de terremotos. Que la isla era un
lugar seguro. Que no tenían nada que temer.
Esa noche la gente se tranquilizo.
Al día siguiente reinaba la calma.
Hilary salió a caminar con su cámara en mano. Caminaba por
la playa cuando vio la casa También vio al hombre que estaba de espaldas
a ella.
-¡Señor -dijo Hilary
– podría usted…
Al darse vuelta Gabo, los dos se dieron cuenta que ya se
habían visto antes.
-¡Yo la vi en el barco! – las palabras de Gabo sonaron
desagradables
-Si, tu eres el que le pego a mi esposo. Dime porque lo
hiciste
-¡Su esposo es un cretino!. O a caso no lo sabe. Vive con el
y no sabe que hace,
- ¡No, no lo sé!. Dime tu
-¡ Eso le corresponde a usted averiguarlo!
-De ninguna manera,
ahora que empezaste termina de decirlo
- ¿De verdad no lo sabe?
- ¡Habla por favor!
- Elmo creo este paraíso y detrás de el solo hay sombras.
- Continua
- Mire, usted no me
inspira confianza. Siendo su esposa seguramente es igual que el. A otro con el
cuento de que no sabe nada.
- Da lo mismo no te parece. Dime por favor.
- Su marido condeno a los nativos de este lugar a la
miseria, el hambre y la muerte.
-¿De que manera hiso
eso?
-Los engaño abusando de su buena fe. Imagínese les prometió que serian socios en el
proyecto. Los llevaron del otro lado de la isla, donde no hay nada. Cuando se
hacercan a pedir o buscar trabajo los apalean. Han muerto muchos de ellos.
-Es por eso que jamás quiso que yo llegara a la isla. Temía
que yo descubriera todo. El sabe que yo no se lo hubiera permitido.
-Hay algo más que debe saber. Yo les compraba alimentos y le
ordenaron a los comerciantes a que dejaran de hacerlo.
-¿Y traer la mercadería de afuera?
-Eso ice. Pero qué cree prohibieron la entrada del barco.
-Es por eso que estabas anoche en el barco.
- Fuimos a reclamar
- Y tu quien eres. No pareces ser nativo. Tienes mucho
dinero por lo que veo
No confió en tUsted
Vaya y digale a su marido que los nativos son los únicos dueños de estas
tierras.
Continuara
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