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jueves, 6 de marzo de 2014

PREMONICION EN EL CAMINO



PREMONICIÓN EN EL CAMINO

El hombre, agobiado por tantos kilómetros que debe transitar, hace huellas en el camino que lo lleva a la ciudad de Santa María.
El sabe de la elegante señora de ojos pardos y cabellos chocolate, que se confunde con su talento.
La señora es actriz y lo está esperando.
El hombre cansado hace un alto en el camino y en las altas cumbres observa el valle donde una humilde casa lo invita a descansar.
La vieja mujer lo recibe en su patio con agua fresca, todo allí huele a vida, el aire, el pasto, el pan casero.
Ella le seba mate, muy dulce y caliente, el lo saborea con placer, sus ojos le parecen familiares, su cabello es blanco y tiene un sonrisa tan bonita que no puede opacar la vejez.
Ella le dice en aquella tarde de verano que lo estaba esperando, que sabía que vendría, que ella supero el tiempo y el espacio, que siempre estuvo allí porque aquel lugar siempre le perteneció.
Le contará también que dura es la vida en aquel lugar.
La señora no tiene espejos, sin embargo vio como su cabello cambiaba de color reflejándose en el agua del rio. Tampoco tiene las luces de la ciudad, solo el brillo de la luna.Simplemente está en el tiempo, porque ella es el tiempo.
No tiene los problemas de los placeres mundanos. Pese a que allí, en ese lugar, solo existe lo que la naturaleza le da, está por encima de toda ambición. Ella es feliz.
El hombre se conmueve. No puede entender que una mujer pueda vivir sola en aquel lugar.
Emprende nuevamente su camino dejándola en el patio de su humilde casa como si fuera una visión. Con su brazo en alto saludándole y la última sonrisa de la tarde que lo acompañará en el camino.

Después de mucho andar y aún con la imágen de aquella que se quedó en sus pupilas y en su pensamiento, llega a la entrada de una ciudad. Es de noche y su auto se detiene. Se acerca a una casa sencilla y al golpear lo atiende una joven mujer. El le pregunta por un mecánico, ya que no quiere dejar su auto solo.Ella muy amable lo invita a pasar. Tendrá que esperar a que vengan los hombres de la casa, su esposo, su hermano y sus dos hijos.
Una anciana en silla de ruedas parece no darse cuenta de su presencia. Una muchacha con un bebe en brazos y otro correteando lo saluda rápidamente. La casa no es muy grande,  parecen vivir todos allí.
Al rato aparecen un niño de unos diez años y una pequeña de cuatro o cinco, no más. Un desfile de personajes, todos integrantes de aquella familia.
La mujer parece ser la que comanda la casa. Ella le contará, tras unos infaltables mates antes de cenar, que ella trabaja por las mañanas en una casa de familia, que luego tiene que atender la casa y a todos los que la habitan, menos a su nuera y sus nietos que viven en la parte de atrás.
Tras la llegada de los hombres, cenan todos juntos. Comparten las tareas. La ayudan a lavar los platos. Los hombres muy amables le consiguen un mecánico.
El no puede dejar de preguntarle.
-¿Cómo hace? con tanto trabajo, son muchos, trabaja y…
-Compartimos señor. Aquí todo se hace de a dos. Con buen humor y muchas ganas, es verdad que no es fácil, pero se puede.
Cuando el auto estuvo arreglado,  los hombres muy amable se despidieron. El mirándola a los ojos le pregunto
¿Es feliz?
-Sí señor, no sé qué sería sin mi familia.

Siguió su camino que fue bastante largo y al llegar a destino se dio cuenta que estaba en La Bella Epoca. Así se llamaba la impactante mansión que tenía delante.
Una mucama uniformada lo recibió. El palacete lo dejo sin aire.
Sentado en una sala de estar, pudo observar el derroche de lujo que había por todos lados . Los amplios ventanales le permitían ver un parque tan bien diseñado que jamás pensó en llegar a conocer.
Y más impactado quedo cuando la vio aparecer bajando las escaleras como en las películas. Era más bella personalmente. Amable y sencilla.
El hombre era periodista y a su pedido le hizo la nota. Tomó algunas fotografías de ella en el lugar.
Al finalizar la nota la mujer le dijo…
-Ahora entenderá porque lo llamé. Usted es un prestigioso periodista y cree que ha hecho la nota. Pero no, no es así. La nota la va hacer ahora. Solo que no la va a publicar. El tiempo, solo el tiempo le dirá porque.
El hombre no dijo nada, solo se limito a escucharla.
-Esta nota escrita por mí, llévela. Léala cuando el tiempo se lo indique, en su casa. Esa que tiene junto al mar.En la que se inspira para escribir esas novelas que me gustan tanto. Por si no lo sabía soy su admiradora.
 Lo abrazo y el sintió en aquella mujer que un misterio la envolvía. La emoción los embriagó y ella quedó junto al ventanal envuelta en su melancolía viéndolo partir.
Al poco tiempo de haberla visto por última vez, no se supo más de ella. Hubo muchas versiones. Algunas dijeron que se había suicidado. Otras, que había desaparecido. Jamás se la encontró. Pasó a ser una leyenda.Un mito. Del cual muchos ganaron fortunas. Como fuera, ella siempre generaba dinero.
Han pasado muchos años. El hombre camina por la playa. Tiene en sus manos aquella nota que jamás leyó. Entonces, rompe el sobre y sentado frente al mar la lee.
La nota decía así
-Nada de lo que va a publicar es verdad. Vivo sola con mis empleados. No hay un amor, ni familia, ni amigos. Estoy sola, el éxito no se perdona. La envidia no soporta que una mujer sea hermosa, talentosa. Entonces nadie quiere estar con uno.
Tiene idea de lo que es vivir así.Acorralada por la soledad. Pendiente de la imágen que nos devuelve el espejo. Cuidando que no la vayan a ver a una desalineada. ¿Sabía usted que soy más linda con la cara lavada y descalza? Que mi asesor de imágen, que mi agente de prensa, y todos, todos, me tienen tan harta que seguramente una de esas chicas que están empezando no lo creerían. Pero así es mi vida.
Todo empezó en mi adolescencia. Yo era de una familia sencilla, de trabajo. Mi padre era tan bueno que no se opuso a que yo estudiara arte dramático, es más, el mismo me llevaba al teatro. Ya era en aquella época una actriz muy talentosa. Pero cometí un error, era demasiado linda. Jamás pensé que terminaría siendo esto. Más allá de mi talento soy una máquina de hacer dinero y me cuidan ¿Sabía que tengo asegurada la cara? pero no por mí, sino porque la empresa no quiere perder dinero, por si algo ocurriera y estuviera filmando. Si me quiero ir no me dejan, esto es una mafia y lo pagaría con mi vida.
Como vera la realidad es muy diferente, le agradezco que haya venido, que se haya tomado su tiempo para venir hasta aquí. Quizás no publique nada. Conociéndolo no va a mentir y la verdad solo queda en usted.
Quizás algún día nos volvamos a ver en algún lugar. No será aquí. El tiempo es tan inmenso en su sabiduría que se encarga de reunir a las personas de bien.
Caminó por la playa. Estrujo aquella nota entre sus manos y arrojandola al mar,
tomo su auto y fué a la casa de aquella, solo que esta vez por otro camino. Al llegar comprobó que la habían convertido en un museo. Exhibían todas sus pertenencias. Sus fans se sacaban fotos al lado de sus vestidos. Una estatua de su tamaño en el ingreso. Una mujer de piedra pensó, en eso la convirtieron.

Salió de allí de muy mal humor. Siguió su camino. Al pasar por la ciudad recordó a aquella que lo ayudo con su auto. Se bajó. La saludo. La mujer envejecida con la misma felicidad de entonces no lo había olvidado.
Continuó su camino, sabia lo que le esperaba delante. El recuerdo de aquella mujer lo puso nervioso. La ansiedad por llegar crecía cada vez mas.
Al doblar la curva y un poco más adelante la vio. Permanecía allí en medio de la nada. Era una tapera. Nadie la habitaba. Curiosamente había crecido en la entrada un árbol tan pero tan hermoso que jamás pensó que podía existir. Sus flores eran rojas y aterciopeladas y el perfume era tan sensual que despertaba en cualquiera el deseo de enamorarse.
Quiso entrar y no se atrevió. Pudo más su curiosidad. Ingreso a la casa, y entonces ,la vio en el retrato, a la mujer de ojos pardos y cabellos chocolate.
Entonces, lo entendió todo.

fin
estela jaeltete
es ficcion




lunes, 28 de octubre de 2013

PREMONICION EN EL ESPEJO


Premonición en el espejo.

El reloj dio las 20 hs,habian pasado demasiado tiempo esperando, el estaba a su lado… Ella tomo el lápiz labial y lo paso por su boca…entonces, se miraron a travéz del espejo....el tomo su celular y su agenda, cerraron la casa, subieron al auto que los llevaría a la ciudad a sus respectivos trabajos, la niebla era intensa, de pronto algo paso, el transito se detuvo y se escucharon las sirenas, no saben, cuánto tiempo estuvieron allí,parados,hasta que el tiempo transcurrió y como ya se había hecho tarde debían regresar a su casa y así lo hicieron.

 Al  ingresar a la vivienda, se sorprendieron al ver  que en el escritorio estaba  la  agenda y el celular, extrañados  subieron a la planta alta y en la mesa de noche el lápiz labial como ella lo había dejado junto al espejo, se miraron al oír las voces que venían de la calle, ,escucharon  llantos, eran muchos, bajaron desesperados las escaleras intentando preguntar  qué había pasado pero no tenían vos, sus niños lloraban y  fueron retirados de la casa, el resto de la familia buscaba algunas cosas como documentos al menos eso parecía ,asombrados vieron como el  hermano de el tomo su celular y la agenda, la madre de ella  el lápiz de labios que se encontraban en la mesita del living, luego de un rato toda aquella gente sin siquiera haber notado sus presencia se retiraron vestidos de negro luto.
Después, la puerta se cerró.

El reloj había dado las 20 horas…, ella se miraba en el espejo, tenía en sus manos el lápiz labial, el permanecía a su lado, ambos bajaron al living, se miraron… esperándolos habían perdido la noción del tiempo, ya deberían estar allí.
 El silencio que había entre los dos aumentaba la ansiedad. No dejaban de caminar por la sala, el encendió un cigarrillo y ella se angustió aún más.

El uniformado golpeo la puerta y les dio la noticia, los niños, su abuela y su tío tuvieron un accidente en la carretera, todos murieron.
La mujer subió las escaleras, al ingresar al dormitorio comprobó que en su mesa de noche estaba la pintura de labios, junto al espejo.

El hombre ingreso a su escritorio y allí estaban su celular y su agenda.

Entonces, lo entendieron todo.