domingo, 16 de marzo de 2014

AQUELLOS, los que se fueron.



Aquellos, los que se fueron
Fue una tarde de verano la última vez que los vi. En realidad en aquella época era común que todos los de mi edad estuviéramos con ellos.
No hubo día que no sintiéramos su presencia aventurera y romántica. Capaz de lograr lo imposible con solo pensar y nuestra imaginación llegaba a cualquier parte proyectándonos en el tiempo.
No faltaba la futura actriz, se llamaba Melani, una gordita rubia, de bucles a los Shirley Temple, graciosa e inquieta, simulando ser una Greta Garbo que había visto en la tele de su abuela. Solía armar con el grupo trementas obras de teatro, para ella siempre estábamos actuando, aún cuando jugábamos a los soldados, al policía y el ladrón, o la infaltable maestra.
El más gracioso de todos era Juanito que con su idea de ser cantante nos taladraba los oídos con espantosas canciones inventadas por él, un palo de micrófono y subiéndose a un cajón de frutas allí cantaba y nosotros sus fans que lo acompañábamos con gritos y aplausos.
Pablito iba a ser el médico, era serio y hablaba en difícil, pese a su corta edad parecía un adulto, con pantalones de vestir y camisa, mientras los otros usaban yean y remera, hasta que cansado de sentirse ridículo un día le dijo a su mamá que lo vistiera como un chico normal.
Yo te observaba, no estabas con nosotros. Eras algunos años más grande, pero siempre estabas atento, ya que eras el hermano mayor de Melani.
Entonces sentía una atracción muy especial por vos, como que al verte me producía cosquillas en el estomago. No dejaba de observar cada gesto tuyo.
Éramos tan frágiles que en un instante todo podía derrumbarse. Fué aquella tarde que tu voz quebró el silencio de la inocencia haciéndonos crecer de golpe. Saliendo de tus labios aquellas palabras que nuestros oídos jamás habían escuchado debido a nuestra escasa edad, -Estallo la guerra- dijistes,a partir de aquel momentos los vimos alejarse de nosotros día tras día.
Entonces no hubo médico, ni actriz, ni cantante y yo me quede con aquellas cosquillas en mi estómago recordándote porque nunca más te vi.En realidad ya nadie fué quien quiso ser, las huellas del dolor fueron tan profundas que si apenas pudimos seguir.
Quedó en mi memoria aquellos días en los que lo único que queríamos era estar juntos para disfrutar de nuestros juegos. Me quedó grabado tus inmensos ojos marrones, los que a veces me parecen ver en algún hombre que pasa a mi lado, pero no sos vos, sé que eso no puede ser.
Tan solo con una palabra tuya todo se transformo. Si todavía me parece oír el timbre de tu vos y tu imágen llevándote a tu hermana de la mano, desapareciendo en aquella espantosa tarde  de verano.
Una vez, no hace mucho, me pareció cruzarme con Pablo el que iba a ser médico. Lo llamé, se dio vuelta y me sonrió tristemente. Entonces le pregunté – Y los chicos, supiste algo de los chicos?-  A lo que él me contestó con un movimiento de cabeza, entendí que no sabía nada. Me sonrió una vez más y siguió su camino. Era una persona acabada, olía a alcohol.
Juan, que habrá sido de el. Finalmente canto en algún lugar, me preguntaba cada vez que me acordaba de él.
 Me encontré con la señorita Andrea, nuestra maestra. Fue ella quien me dijo que Juan había muerto, quizás fue a encontrarse con ellos, seguramente fue asi.También me hablo de la adicción de Pablo y que de Melani y su hermano no se supo mas.
Hoy veo los niños que hablan de ellos, yo, jamás los volví a tener. Ni siquiera a pronunciar su nombre, por miedo a repetir la historia. Me conformé con vivir el presente.
seguramente en algún rincón de mi alma, mis sueños estén allí guardados, esperando a que yo vuelva a creer y así poder regresar a la vida. Ya que sin ellos se siente un vacio tan pero tan profundo que es imposible continuar.

fin
estela jaeltete

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

3 comentarios:

  1. Me he sentido muy identificado con tu relato. Por vivencias parecidas, por gente amiga que no ví más y con otros que sí me encontré pero que los años lograron distanciarnos ya sea por que la vida nos llevó por diferentes caminos o vaya a saber por qué. Como siempre Estela, dejas un mensaje, una reflexión que a mí particularmente me conmueve. Me permito compartir tu relato con mucho gusto

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    1. Gracias Jorge por pasar y que bueno que este relato te haya llegado.Asi es la vida amigo.

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  2. Estela acabo de leer tu relato, y al igual que Jorge, me ha sido muy evocador. Sentido y sencillo.Gracias Estela por compartirlo.

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